Además del estrés por calor que experimentan los animales de pastoreo durante el verano, tienen el desafío de los brotes de pasto. Cuando las hierbas comienzan a brotar, hay momentos en que el animal sufre de diarrea.
Durante el invierno, algunas actividades, como la acuicultura, requieren más atención por parte de los productores rurales. Con la llegada del frío, los peces dejan de comer y, normalmente, los tratamientos se reducen una vez al día, en algunos momentos.